miércoles, 21 de abril de 2010

Si hubiera existido alguna vez...

Un dia eres joven y algo mono, te cruzas con otro chico, te gusta, le sonries, te sonrie, le gustas, pero no te dice lo que siente, tu tampoco le dices nada, sientes sin conocerle que quieres pasar unos dias con el y llenar el vacio. La vida pasa encerrada en una cabina de cristal, fría. Ese dia no se atreve a decir nada, yo tampoco digo nada. 'Ya lo volveré a ver otro dia', pero nunca más vuelve a distinguirse entre la gente, nunca más vuelves a encontrarle....Pasa una semana, dos meses, ocho meses, un año, dos años ...cuando pasan cuatro años ves el valor tan duro y tan dramatico de lo mas insignificante...Pasan los años torturados por aquel momento, sin borrar los rasgos de su cara, recordandolo como si fuera un trauma de guerra, en medio de la soledad y el vacio diario, mediocre y gris...pero ya no esperas...Pasan diez años y ya no eres joven ni algo mono, ya no te sonrien otros jovenes, nadie siente simpatia gratuita, el rostro es ruin, los ojos son opacos y se ocultan en lo gris, con los años eres uno del montón...Te das cuenta en lo cruel de todo aquello que no se dice y no se hace. Creo que es demasiado tarde. Con los años la vida parece mediocre, y aquellos que encontraste una vez ya han recorrido sus vidas...y ese mismo chico que te miró una vez, ya no te reconoce, ya no mira, va con su novio...Asumes tu lugar, sin haber luchado, sin haber sido feliz nunca, sin haber disfrutado de ser joven, sin haber salido ni una sola vez, sin haber tenido novio nunca, sin haber sido correspondido jamás...
Pienso a veces que hubiera sido de la vida, si hubiera tenido más arrojo, si no hubiera vivido donde vivo, si hubiera contado con amigos cuando era joven y no era del montón


Es triste y cruel que te mire otro hombre cuando eres una persona del montón, una persona estropeada prematuramente sin haber disfrutado tu momento cuando podías, o que te mire como dudando preguntandose si eres gay o no. Me hace profundamente infeliz.
Todo ese tipo de cobadías o dudas cobardes. Que alguien hablando conmigo de por hecho que no entiendo y que veo mal su vida, y que de rodeos absurdos y trate de engañarme para decir que fue a un bar de travestis.

Ayer cuando caminaba por la calle, dos chicos que a mi tampoco me parecían gays, uno de los cuales llevaba bolso, se pararon frente a mi. Justo el chico del bolso, llenó de pliegues su cara e hizo como un guiño y una sonrisa de medio lado para mirarme porque le daba el sol. Se preguntaba si entendia o le gustaba. Sentí tristeza, es uno de esos tantos que nunca conoceré. De esos que nunca volveré a ver, que un dia protagonizan un instante amable y se consumen como la luz en la oscuridad.

Quizás le parecía interesante, aunque yo siento que he dejado de serlo para mi mismo. Mi vida se proyecta ante mi como un despropósito. Qué bonito resulta parecerselo a él, parecerlo a alguien que jamás conoceré, a alguien cuya voz nunca escucharé ni sentiré.

No entiendo a la gente que ha perdido su tiempo, tiempo de su vida hablando de mi, cuando nunca llegaré a saber quienes son. Han perdido su tiempo hablando de alguien que no existe. Han hablado tanto que el objeto de sus palabras les convierten en objeto gris de su mismo desinterés.

1 comentario:

  1. Todo lo que dices es cierto. Pero muy cruel. La memoria en el ser humano es tremendamente selectiva. Nos gusta recordar siempre los buenos momentos. Los buenos tiempos. No te recrees en los malos rollos ni en las malas historias. Acabarán por hacerte daño.
    Los esfuerzos inútiles sólo conducen al abatimiento y a la melancolía. "Cada día tiene su afán" decía santa Teresa de Jesús. Y tenía razón. Cada día tiene su aquel. Aunque haya sido un día de perros o hayan llovido chuzos de punta. Busca bien. No todos los días son iguales.
    Alejandro. Zaragoza.

    ResponderEliminar